Actores públicos y privados evaluaron modelo de articulación vecinal en el Maule
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Diversos actores públicos y privados, además de varios dirigentes sociales de la región, participaron en una serie de talleres de validación con el fin de analizar la primera propuesta del Modelo de Innovación Social para los Territorios Vecinales desarrollada por las Escuelas de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule (FACSE-UCM) en conjunto con Corporación SUR.
La iniciativa, que es financiada por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional, se basa en la experiencia que se llevó a cabo durante cuatro años en Las Américas, la Unidad Vecinal 46 y el Territorio 5 del sector norte de Talca, a través del programa Territorio y Acción Colectiva (TAC).
En dicha oportunidad, gracias al convenio entre Corporación SUR, ONG Surmaule y la UCM, se logró impulsar la creación de Mesas Territoriales que han conseguido importantes logros hasta el día de hoy.
Cada grupo de actores que asistió a los talleres de validación aportó ideas desde su visión y experiencia, destacando la importancia de una real participación de la ciudadanía organizada a nivel de territorios de escala vecinal, que permiten la articulación y acción colectiva entre distintas juntas de vecinos, organizaciones sociales, culturales y deportivas, entre otras.
Como resultado de este proceso se obtendrá la versión final del Modelo de Innovación Social para los Territorios Vecinales, la que será difundida y transferida a distintos actores territoriales y públicos de la región del Maule a partir de octubre de 2018.
UNA PROPUESTA INTERESANTE
Una de las asistentes fue Isabel Romero, encargada de la Unidad de Participación Ciudadana del Serviu Maule, quien afirmó que “la propuesta es muy interesante desde el empoderamiento de la sociedad civil y si las políticas públicas como quienes ejercen autoridad lo ven desde esa perspectiva, se transforma en una tremenda oportunidad para resolver temas sociales o ciudadanos con la participación de los mismos afectados”.
No obstante, advirtió que “existe un riesgo, que creo que es menor, a que las autoridades o quienes ejercen cargos populares pudiesen verlo como una amenaza al control que hoy este tipo de liderazgo no quiere perder”.
Romero no sólo cree que es posible replicar la experiencia desarrollada en el sector norte de Talca, sino que lo considera necesario. En ese sentido, sostuvo que “marca un precedente de empoderamiento y control de sus propias problemáticas sociales”.
Otra de las participantes fue Claudia Concha, académica de la UCM, quien valoró que “fue una experiencia interesante debido a que los invitados tenían una mirada desde diversas disciplinas, lo que permitió un análisis más integral del caso”.
“Se valora el trabajo en términos que muestra un camino de cómo establecer un nuevo trato entre comunidad, universidad, sector público y privado, basado en la colaboración horizontal y en red a partir de un objetivo que nace de un proceso de construcción colectivo, incorporando distintas perspectivas del saber, lo que finalmente se traduce en soluciones innovadoras a problemas sociales, agregó Concha.
Clara Luz Román, presidenta de la junta de vecinos del Sector 1 Costanera, Nueva Abate Molina, destacó que “para mí fue una capacitación gratuita. Me interesa y la quiero replicar en el sector. De hecho, ya estamos en comunicación con otras juntas de vecinos para formar una Mesa Territorial”.
“En la medida que no nos juntemos, no vamos a conseguir lo que queremos para nuestra comunidad. Unidos vamos a ser fuertes y escuchados; solos no”, recalcó.
Román comentó que “he conversado con algunas autoridades y les parece muy bien que formemos Mesas Territoriales para trabajar. Y eso yo lo entiendo perfectamente, porque ellos –en cierta medida- se van a aprovechar de la instancia, porque les vamos a hacer más fácil el trabajo”.
ASPECTOS A CONSIDERAR
Concha detalló que una de las conclusiones de los talleres fue “que la creación del modelo debe considerar un grado de flexibilidad”, ya que “cada contexto tiene sus particularidades”. Asimismo, “requiere de un componente formativo para sus participantes que permita problematizar la realidad; y, por otro, proveer de herramientas técnicas, políticas, económicas, de mediación, etcétera, para abordar las posibles soluciones”.
La académica de la UCM también contó que se identificó la necesidad de incorporar más jóvenes en el trabajo territorial y que “se debe analizar con mayor profundidad quién será el motor que impulse la iniciativa”, además de los costos que tendrá el modelo.