Uso de riego con energía solar disminuye hasta en 80 % el costo de energía

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Expertos concuerdan en la necesidad de la masificación de estas
tecnologías en Chile para dinamizar diferentes sectores de la economía,
como lo es la agricultura en el Maule.

Expertos e investigadores científicos en la materia tanto de Chile como de
España, académicos y representantes de empresas se dieron cita en el campus
San Isidro de la Universidad Católica del Maule para participar del seminario
“Sistemas de Bombeo Fotovoltaico de Alta Potencia para el Riego”, lugar donde se
mostraron los beneficios, tanto económicos como de menor impacto al
medioambiente, que significa implementar tecnologías alimentadas con energías
renovables no convencionales.

En ese sentido, el español Luis Narvarte, de la Universidad Politécnica de Madrid,
es categórico en afirmar que para los agricultores es evidente el beneficio ya
permite ahorrar entre un 60 y 80% los costes de electricidad para riego, “Además,
integrándolo con sistemas de automatismo de riego de agua podemos reducir
hasta el 30% en el consumo del agua. El impacto sobre la viabilidad económica y
explotación agraria es enorme. Para las empresas instaladoras de sistemas
fotovoltaicos o de riego es una oportunidad de negocios bárbara”, explicó.

“Me criticarán por lo que digo, pero ya no se requieren subvenciones para este tipo
de tecnologías, son totalmente competitivas”, dijo Narvarte, agregando que “Se
requieren otras medidas de apoyo como por ejemplo procesos administrativos
más cortos. Las empresas privadas agrícolas ya son conscientes de sus altos
costos energéticos, que tenemos que hacer una agricultura más sostenible desde
el punto de vista medioambiental y que esta es una vía muy efectiva de atender a
esos dos objetivos”, sostuvo.

Estrella Garrido, directora de la Escuela de Agronomía UCM y expositora en la
actividad, hizo una evaluación de la situación nacional respecto del uso de
energías renovables no convencionales que está propiciando el Estado. “Para nosotros son de real importancia a raíz de que se propicia con nuevas leyes el uso
de la energía eléctrica que no contamina que no sea necesariamente la
hidroeléctrica. Ahora acogemos la producción de electricidad con energía solar, la
mareomotriz, la geotermal, la eólica y otras fuentes, ya que Chile tienen una gran
gama de energías limpias que debe utilizar y ese es el compromiso que se
expresa en la legislación”, indicó.

Barreras tecnológicas

El desconocimiento sobre las posibilidades y bondades de este tipo de alternativas
tecnológicas es el principal factor que impide la masificación en Chile, expusieron
los expertos.

“Insistimos que existe una necesidad de transferencia de tecnología a las
pequeñas empresas que llegan a los regantes. Otra barrera es la alta inversión
inicial que necesita, a instalación de sistemas fotovoltaicos, pero no tengo duda
que se encontrarán mecanismos de financiamiento que permitan atenuar esa alta
inversión inicial”, afirmó el investigador español.

Muy pocas empresas han implementado estas tecnologías, dijo María Alejandra
Yáñez, directora del Magíster en producción Agrícola Sostenible de la UCM –con
matrículas abiertas hasta julio-, señalando que “Se han realizado varias
investigaciones para por una parte economizar agua en el riego y por otro lado
economizar electricidad. Para nuestra zona es importante ya que el Maule
presenta un clima mediterráneo donde en primavera y verano tenemos
disminución de precipitaciones y altas temperaturas y por eso se hace forzoso
producir con menos agua. El cambio climático ha cambiado el escenario, antes
nos preocupábamos solo de maximizar rendimiento, pero hoy nos vemos forzados
a implementar nuevas tecnologías”, dijo.

“Las escuelas tecnológicas y de ingeniería somos por definición responsables de
resolver problemas de la realidad, entonces, tenemos que atender los problemas
que tienen nuestros conciudadanos y para ello no existe otra vía que escuchar,
visitar y estar en terreno de trabajo para conocer de primera mano los temas a los
que podemos contribuir con nuestra investigación”, finalizó Luis Narvarte, de la
Universidad Politécnica de Madrid.

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